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Letra de Año

Letra de Año 2024

Muchas felicidades para todos en este nuevo año 2024.

Como ya es costumbre,  el día 1 de enero se sacó el Odu Fá que habrá de regir en Puerto Rico.Para este ritual se llevaron acabo todas las ceremonias previas inherentes y todos los sacrificios concluyeron de forma satisfactoria. Un grupo nutrido de Babalawos formaron el concilio representativo del Templo Yoruba Omo Orisha de Puerto Rico. A continuación, exponemos la letra del año y todos los consejos y por menores de esta.

Letra regente:    Ogbe Fun

Profecía: Osogbo Iku Intori Eyo

Orisha Previsor o Restaurador: Obatalá

  1. Ofrenda marcada por Ifá: Un paño blanco y sobre este, un merengue que habrá de hacerse por persona acompañado de plegarias y firme petición de salud y resolución favorable de todas las dificultades. Junto al merengue se pone sobre el paño un vaso de agua fresca y un velón blanco. Durante 4 días se habla con Obatalá y se ruega por el bienestar. Al cuarto día, se hecha el agua frente a la casa y el merengue se lleva con el paño blanco al pie de una ceiba.
  2. Baldear la casa con albahaca, para alegar las malas influencias y los espíritus negativos del hogar.
  3. Ebbo de tablero ingredientes: un gallo para Eshu-Eleggua, ropa vieja, tierra de la casa, de los zapatos y de un cruce de cuatro caminos. Medida de la cabeza y el cuerpo, arco y fecha, flecha sola, cuchillo, una trampa, miniestra, una maraña de hilo, bastante cascarilla, cuentas de Ifá ensartadas en un hilo, pescado ahumado, jutía, maíz tostado, pan y una cadena con la medida de la entrada de la casa Esta cadena se pone con Eshu-Eleggua cuando se le sacrifique el gallo y luego se incluye en el ebbo. Antes de cerrar este, se saca y se pone en la entrada de la casa.
  4. Orisha que gobierna: Shangó Ofrenda:  Seis manzanas rojas y un velón blanco. Se hacen plegarias todos los días y el día que se apaga el velón, se levan las manzanas a una palma real.
  5. Ayuda a gobernar Ochún Ofrenda: Cinco chinas con miel y un velón blanco. Al igual que con Shangó, se le ruega cinco días seguidos y al quinto día se llevan las chinas al río.

 

Nota: Dada la circunstancias sociales y políticas de nuestra isla, ya que este año será de comicios electorales, hacemos un llamado a nuestro pueblo para que practiquen el respeto, la paciencia y la cordura para evitar que las diferencias terminen de forma trágica, como marco el oráculo. Así como también asegurar que reine la comunicación y el entendimiento en el hogar para fomentar la armonía y la unión en la familia filial y religiosa.

Bandera del año:

 

 

 

Ifa aconseja evitar la discordia entre las personas. Este año las mismas tendrán consecuencia nefastas. Hay que desarrollar y fortalecer cualidades que ayuden a mediar conflictos y diferencias de opiniones. El luchar por quién tiene la razón creará mayor antagonismo escalando en intensidad hasta provocar una tragedia.

Ifa advierte que este será un año donde hay que cuidar y velar por la salud. Como dice el refran ” según te cuides, así durarás”. En particular hay que cuidarse el corazón, enfermedades que afecten la garganta y los pulmones y las enfermedades de transmisión sexual. Se debe tomar medidas para evitar que aflicciones de la garganta y el pecho no aumenten en su intensidad. O sea, que un catarro no se transforme en una pulmonía.

Este año será uno de constante conflicto. Se aconseja afrontar situaciones conflictivas con mesura y paciencia. Sobretodo al interior del hogar. Debe reinar un clima de diálogo y respecto para evitar escenarios de violencia doméstica, violencia de género y maltrato infantil.

Ifa invita al pueblo religioso a depurar su cuerpo, alma y mentes. Hay que cultivar la fe, los buenos hábitos religiosos y el buen caracter. Los valores de la humildad, paciencia, honestidad, integridad, compasión, esperanza deben guiar nuestras acciones de día a día. Se debe propiciar un estilo de vida que todas las acciones que emprendemos sean constructivas y contribuyen positivamente las personas a nuestro alrededor.

Ifa aconseja a tomar medidas para que todo lo que este en descomposición se purifique y fortalezca. Como pueblo hay una decadencia en los sistemas de salud, educación y otros servicios del estado. Hace falta una transformacion en las intituciones sociales cuyo norte sea velar por el bienestar y la dignidad de la ciudadanía. El sector público y privado deben hacer ajustes para contribuir favorablemente al bienestar social de Puerto Rico.

Se invita  a los líderes de agencias públicas, al sector político y a los líderes de organizaciones tomar acciones en sus respectivos escenrios para mejorar la calidad de vida y servicios al pueblo a quién tiene la obligación de servir.

A continuación compartimos una serie de historias que ilustran en mayor detalle los consejos aqui expuestos:

1- Adivinó en el Cielo para dos hermanos del mono.
Durante su estancia en el Cielo, él realizó ceremonias principales de adivinación. Adivinó para dos hermanos del mono (de la familia del mono llamados Edun y Ariwo). Le dijo que hicieran sacrificio y que dejaran de estar discutiendo para que pudieran evitar la muerte súbita. Edon hizo el sacrificio pero Ariwo se negó a hacerlo. No obstante, ellos no se abstuvieron de continuar con sus constantes riñas y discusiones.
Un día, los dos hermanos estaban discutiendo por causa de una fruta, cuando estaban el lo alto de un árbol. La discusión que se desató entre ellos atrajo al cazador, que aprovechó y le disparó. Ariwo cayó herido y murió. Edon escapó corriendo.
Por consiguiente, en la adivinación debe decírsele a la persona que sirva a ESHU con un macho cabrío y se abstenga a ser envenenado hasta morir.
Se cree que Ariwo no habría muerto si no hubiera tenido su altercado con Edon.

2- Adivinó para la tos y la garganta.
Sus sustitutos Baba Kou Kou y Baba kan Gidi Kan Gidi adivinaron para la tos y la garganta cuando dejaban el Cielo. Ellos le aconsejaron a la tos que hiciera sacrifico para que pudiera tener morada en la Tierra. Le dijeron que hiciera sacrifico con nuez de kolá, coco y un pollo pequeño a ESHU. Él hizo el sacrificio.
Ellos también le aconsejaron a la garganta que hiciera sacrificio a ESHU con chivo, aceite de palma, miel y sal, para poder evitar en la Tierra el riesgo que conlleva albergar a un huésped parásito y problemático. Él se negó a hacer el sacrificio.

Ambos vinieron al Mundo de forma separada. Al llegar, latos se puso a buscar una morada.
Se acercó a la garganta para que le diera alojamiento temporal y esta última estuvo de acuerdo en concedérselo.
La garganta empezó a interesarse en los materiales utilizados por la tos para hacer sacrificio en el Cielo, que era nuez de kolá y coco. Mientras la garganta comía estos materiales cada vez más, la tos empezaba a desarrollarse en su casa. Los tres materiales con lo que la garganta se negó a hacer el sacrificio en el Cielo, son los antídotos que hubiera impedido que la tos se desarrollara rápidamente, pero él se negó a usarlos.
Mientras que la tos se desarrollaba, la garganta se enfermaba tanto que su voz se volvió inaudible. Entonces la garganta fue a ORUNMILA por adivinación, donde le dijo que él mismo era el ar-quitecto de su desgracia, al rehusar hacer sacrificio tal como le habían dicho que hiciera en el Cielo.
Sin embargo, ORUNMILA le aconsejó que lo hiciera con dos chivos, miel, aceite de palmera, coco asado y nuez de kolá asada. Él produjo los materiales necesarios rápidamente. Después del sacrificio,
ORUNMILA tomó parte de los materiales  y le dió la mezcla a la garganta para que lamiera de vez en cuando.
Como los materiales usados para preparar la mezcla eran los mismos que le estaban prohibido a la tos, este corrió y entró a la casa del estómago buscando refugio en cuanto la garganta empezó a lamer la medicina. Fue solo a partir de aquel momento que la garganta empezó a tener tranquilidad de espíritu.
En la adivinación, debe decírsele a la persona que haga sacrificio a ESHU y que se abstenga de alojar a ningún visitante por algún tiempo, para que evite el peligro de hospedar a alguien que le creará serios problemas, tales como insomnio o desvelo. Él debe abstenerse de comer nuez de kolá y cocos.

3- Como OGBE KULEJO trajo la sal al Mundo.
Después de hacer los sacrificios señalados, él consultó a los Ancianos del Cielo. Ellos le dijeron sus buenos deseos para su estancia en la Tierra. Antes de partir, le pidieron que fuera a buscar arena de mar para sacrificarla. El hizo como le fue indicado. Ellos lo dividieron para él y le dijeron que lo sostuviera en sus manos para que lo llevara al mundo. Por aquellos tiempos, no había nada en la Tierra para sacrificar el sabor de la sopa.
Le dijeron que dejara el paquete en un cruce de camino tan pronto llegara. Él lo hizo tan pronto como llegó. A la mañana siguiente, el paquete se había convertido en un montón de sal que se multiplicaba cada vez más.
Cuando la esposa del Obá iba a buscar agua al río en la mañana, vio un montón de una sustancia blanca en el cruce de camino y pensó que aquello no estaba allí el día antes. Ella sacó una muestra, la probó y vio que el sabor era bueno. Entonces tomó un poco, lo metió en la cazuela y lo llevó a casa. Al llegar, se lo enseño al Obá quién también probó. El Obá le dio dos cauries para que fuera y lo dejara caer en el sitio donde estaba la sal.
El Obá convocó a una reunión de emergencia de su pueblo. El Obá les preguntó por alguien que había llegado por primera vez desde el día anterior para que se identificara. Todos dijeron que ellos no tenían visitantes extranjeros.
Sin embargo, el padre de OGBE OFUN declaró que su esposa había dado a luz la noche anterior y había llamado a todos para que vieran lo que había descubierto aquella mañana. Cuando la esposa trajo la Sal, todos la probaron y quedaron encantados con el sabor que tenía. Entonces le atribuyeron al niño el cambio aquel, pues él era el único ser humano nuevo en aquel pueblo.
El Obá permitió que todos cogieran un puñado de sal y que en su lugar pusieran dinero. Así fue como OGBE OFUN trajo del Cielo la sal y la prosperidad de sus padres.
Cuando sale en adivinación, se le aconseja a la persona que sacrifique con sal y arena de mar, para
que a ella llegue la prosperidad

4- La experiencia de OGBE OFUN en el Mundo.
Él fue el último de los discípulos de Ejiogbe que vino al Mundo. Había oído los ecos de los problemas que sus discípulos mayores estaban experimentando en la Tierra, por lo tanto se decidió a hacer elaborados preparativos para su viaje. Le dijeron que hiciera sacrificio a su Ángel Guardián con un cerdo y que sirviera a ESHU con un chivo. Le dijeron que la prosperidad vendría a él en la Tierra a través de su Ángel Guardián y no por medios de seres. Realizó los sacrificios. Al mismo tiempo, OGUN se puso en camino hacía la Tierra. Él también fue por adivinación, ellos fueron a los mismos Awoses.
A OGUN le aconsejaron que hiciera sacrificio con un perro, caracol y gallo a su Ángel de la Guarda y que diera chivo a ESHU. Como él por tradición confiaba más en su fuerza física, se negó a hacer los sacrificios. Al llegar al Mundo, construyó su casa en la cumbre de la colina que daba al río, mientras que Ogbe Fun hizo su casa en la ribera del río. ORUNMILA se dedicó a la agricultura además de la práctica de Ifá, mientras OGUN se convirtió en fundidor de hierro. Un día, le propuso a ORUNMILA que debía regresar al Cielo para hacerle una declaración a DIOS, para que permitiera que la prosperidad viniera a ellos en la Tierra.
Al llegar al Cielo, DIOS los convenció para que regresaran a la Tierra, donde prometió que cuidaría de sus problemas. Con aquella certeza, ambos regresaron.
Al día siguiente, DIOS dispuso todo tipo de regalos, tesoros, incluyendo dinero y abalorios, en un pote de arcilla grande y selló la parte de arriba con pulpas de frutas (eko ogiri) y envió dos mensajeros para que lo llevaran a OGUN como el alimento que él le enviaba.
Cuando los mensajeros Celestiales le entregaron el mensaje a OGUN, éste abrió la tapa con sus tijeras (vara en forma de tijera) y descubrió que contenía pulpa de frutas. Empezó a dudar porque eko Ogiri no era su alimento principal. Añadió que, como sólo su hermano menor OGBE OFUN comía eso, le guardaría el pote a él.
En su habitual adivinación, Ifá le aconsejó a OGBE OFUN que asara dos tubérculos de ñame para OGUN y que se lo entregara cuando fuera en camino a su finca. Cuando vio a OGUN, le dio los ñames y este se puso feliz pues esto era su alimento principal. Como recompensa, OGUN le dio el pote de Ekó, el cual recibió con alegría. Se lo llevó a casa descubriendo que el Ekó solamente estaba en la parte de arriba y ocultaba los tesoros. Recogió los tesoros y los guardó en un lugar seguro.
Cinco días después, OGUN volvió a clamar de hambre y sufrimiento y sus vibraciones sacudieron la Tierra e hicieron eco en el Cielo. Dios preparó un pote mayor que el anterior con el mismo con-tenido. Cuando Dios ocultaba el contenido con la pulpa de frutas era para que los portadores no descubrieran lo que contenía.
Cuando el pote fue entregado a OGUN, éste descubrió que el contenido era igual al anterior y lo guardó para entregarlo a su hermano menor. Cuando Ogbe Ofun oyó los gritos de OGUN por hambre, preparó ñames para él, con una botella de aceite y vino para entregárselo.
Cuando le entregó la comida a OGUN, este le volvió a entregar el pote que tenía la pulpa. Esta vez pesaba tanto que no podía transportarlo e invitó a uno de los servidores de OGUN para que lo ayudara.
Con el tesoro hallado, él compró varios esclavos, un caballo y varios muebles para adornar la casa. Preparó ropas adornadas con abalorios, zapatos, gorras y un vestido con abalorios para el caballo.
Ahora se dedicaba a la agricultura con la ayuda de sus esclavos. Al día siguiente, OGUN volvió a gritar, la vibración sacudió los fundamentos del Cielo y la Tierra, como si fuera un terremoto.
Dios empezó a preguntarse qué había estado haciendo OGUN con los regalos que él le enviaba. Una vez más, preparó un pote con tesoros cubiertos con pulpa, del cual OGUN se deshizo de la misma manera.
Después que Ogbe Ofun le dio los ñames asados en intercambio, OGUN se quejó que Dios no le estaba enviando lo que él quería, mientras que el otro exclamó que estaba satisfecho con la impor-tante comida que estaba recibiendo.
Tres días después, OGUN rugió de nuevo. Esta vez Dios lo mandó a buscar para que se presentara ante él en el Cielo.
La víspera de su salida al Cielo, OGUN puso un pedazo de hierro macizo en su horno y lo calentó hasta la mañana siguiente. Ogbe Ofún estaba haciendo sus preparativos para el viaje. A la mañana siguiente, OGUN se llevó el hierro que estaba al rojo vivo en su hombro y salió para el Cielo, quemando todo lo que estaba a la vista a lo largo del camino.
Cuando llegó al Palacio, alzó el hierro como si fuera a quemar al Todopoderoso. Dios le ordenó que se quedara a distancia, y preguntó por Ogbe Ofún y él contestó que venía en camino.
Ogbe Ofún se vistió con el traje de abalorios al igual que su caballo y partió al Cielo. Cuando llegó al Palacio, se bajó del caballo y se postró para saludar a su padre. Dios miró a Ogbe Ofún y le preguntó
a OGUN que hacía con el alimento que él le enviaba. OGUN le preguntó si conocía que él se alimentara de pulpa de frutas y añadió desafiante que él siempre se la dió a Ogbe Ofún, que era el único que sabía como alimentarse de pulpa de frutas.
Dios miró a OGUN con lástima y proclamó que OGUN nunca mas tendría tranquilidad de espíritu por toda la eternidad y que siempre estaría impaciente y desamparado. Por otra parte proclamó que Ogbe Ofún siempre viviría en paz y prosperidad y que a la gente siempre le serviría donde él estuviera.
Esa es la razón por la cual OGUN siempre es calentado o golpeado en la cabeza, mientras que la comida viene a encontrarse con Ogbe Ofún donde quiera que se encuentre. Así fue como este Odu se ganó el apodo de Ogbe Ofún, es decir, el que recibe el alimento en su casa.
Con aquella proclamación, Dios los justificó para que regresaran a la Tierra. Al llegar a casa, Ogbe Ofún sacó un cerdo, una cabra y un carnero padre para celebrar un festín de gracia a su Ifá, para lo cual invitó a sus Awoses y cantó alabanzas a ellos.
En Igbodun debe decírsele a la persona que su ángel de la guarda lo hará rico y que siempre debe recibir con satisfacción cualquier ofrenda de regalos que vayan a hacerle y usarlos para él. Nunca debe regalar lo que le regalen los demás, no importa cuan poco atractivo pueda ser.

5- Adivinó para el vendedor de artículos.

Estos fueron los Awoses que aconsejaron al vendedor de artículos pequeños que no robara la mercancía de los demás para venderlas junto con las suyas. Sin embargo, él replicó que como él no había robado, ni sentía inclinación hacia el robo, no tenía que hacer sacrificio. Ya le habían dicho que ofreciera un macho cabrío a ESHU pero no lo hizo. Él estaba vendiendo Oja Agbaa (agbagii).
Por no hacer sacrificio, ESHU decidió castigarlo, lisonjeándolo para que robara un machete que él vendía junto con su agbagi o mini machete. Después de vender el machete robado, ESHU reveló el robo y él fue arrestado al instante. Él imploró que lo perdonaran, pero su apelación no fue oída.
Él le pidió que le dejaran hacer el sacrificio que debía, se le concedió lo pedido y él le ofreció el chivo a ESHU. Después de comerse su chivo, ESHU intervino, desafiando a sus acusadores, diciéndoles que no tenían razón para arrestarlo y les pidió que explicaran el motivo por lo que lo habían arrestado si él no había robado.
Se desató una discusión y antes de que los hicieran la verificación de los hechos, ESHU transformó
el machete robado en Oja Agbaa. Ellos buscaron inútilmente el machete robado y no lo encontraron. Entonces fue absuelto.
Cuando este odu sale en adivinación para un negociante o comerciante, debe aconsejársele que esté satisfecho con sus mercancías y que no robe a los demás.
En adivinación, debe aconsejársele a la persona que haga sacrificio a ESHU con un chivo para que evite ser acusado de una ofensa que él no podría negar.
6- Cuando adivinó para Obá Alaaye.
Obá Alaaye estaba sufriendo de miserias y privaciones. Finalmente Ogbe Ofún visitó su Palacio en compañía de los siguientes Awoses:
“Mee mugba shewe, meemu awo shewe
Meeru gagaga ki mi domi ewe si uro ode lo Obá lu
Mee mon oron alaye kimoshe eniyon ona efon
Omo lo ogogogo owu bababa di ino
Adifa fun alaaye.”
Ellos le aconsejaron que hiciera un festín para todo el pueblo con comida y bebida. Entonces Obá Alaaye llamó a su esposa para razonar con ella sobre como iban de los medios para costear una fiesta para toda la comunidad. Ambos elaboraron una estrategia para la situación.
Obá Alaaye se consiguió una linterna y fue de recorrido de finca en finca, hasta que se encontró con una finca donde había dos largos graneros de ñame. La esposa buscó dieciséis potes en los que amontonaron los ñames que robaron.
Anticipándose al momento en que el dueño de los ñames empezaba a protestar, la esposa del Obá llenó los potes de agua. Al día siguiente, el campesino que era dueño de los ñames pudo rastrear las pisadas de los intrusos hasta el césped de atrás del Palacio.
Satisfecho de que el ladrón proviniera del Palacio, él gritó que había rastreado las pisadas del ladrón llegando hasta la parte de atrás de la casa de Alaaye. El reaccionó, invitando a la gente a que rastrillaran su casa y la limpiaran para eliminar toda huella de los ñames. Ya no quedaban huellas de los ñames robados porque habían sido escondidos bajo tierra debajo de los potes de agua.
Entonces ellos sólo vieron varios potes de agua. Cuando le preguntaron el por qué de los potes, él les preguntó si ellos no sabían que en su casa se producían materias tintóreas o colorantes con bastante frecuencia.
Después de buscar en vano los ñames robados, los investigadores abandonaron el Palacio y la fiesta se realizó en serio. Alaaye tenía tres cazadores y tres sacerdotes de Ifá. Los Awoses acostumbraban a adivinar para él cada cinco días. Al siguiente día de adivinación, los Awoses vaticinaron que sus tres cazadores regresarían del bosque con diferentes animales el mismo día, pero que él no debía comer
de ellos.
Ellos tenían que ser dados a los Awoses. Él estuvo de acuerdo con esto. No mucho tiempo después de esto, el primer cazador vino con un antílope. Ellos le partieron la cabeza y la pusieron en el plato de ESHU, a la vez que los Awoses guardaron el cuerpo en la bolsa de ellos. El segundo cazador entró con un ciervo, que fue tratado de la misma manera. Ellos esperaron que llegara el tercer cazador, que llegó después con una cabra de la maleza (Edu en yoruba y Oguonziran en Beni). Sin embargo, mientras el cazador regresaba, la esposa favorita de Alaaye, que se preguntaba donde ellos iban a conseguir carne para usarla en la casa, detuvo al cazador cuando este se acercaba.
Ella lo obligó a entregarle el animal porque los Awoses habían cogido los dos primeros. Ella no quería que ellos se llevaran el tercero también.
Luego, ella asó la carne, e hizo sopa con las partes pequeñas. El Awó empezó a indagar por qué el tercer cazador no había llegado con su presa. Como él no llegó, ellos prepararon el sacrificio con las cabezas de los dos primeros animales y lo enviaron a ESHU Después de esto se fueron a casa.
A la mañana siguiente, la esposa preferida de Alaaye preparó ñame machacado y sopa con la carne de la cabra del monte y se la dio a él para que la comiera. Cuando el Obá tomó la primera ración de comida, se le atragantó en su garganta. La segunda y la tercera ración se le atragantaron y empezó a asfixiarse.
Cuando empezó a transpirar copiosamente, mandó a buscar los Awoses. Cuando estos llegaron, les preguntó por qué no le habían dicho que al siguiente día moriría. Los Awoses le preguntaron qué cosa había comido y él dijo que ñame triturado. Los Awoses le pidieron a la esposa que trajera el pote de sopa. Cuando vieron la cabeza de la cabra, le preguntaron a la esposa de qué forma había obtenido la cabra y ella confesó que se la había quitado al tercer cazador. Entonces le dijeron que le salvara la vida a Alaaye. Su familia empezó a implorar perdón y ellos le pidieron a la familia de ella que diera compensación por su delito, trayendo dos cabras, dos carneros padres, dos gallos, dos gallinas, dos pescados, dos jutías y dos bolsas de dinero.
Después que se entregaron las multas, ellos trajeron la cabeza de la cabra que estaba en el pote de la sopa, le abrieron la boca y encontraron un hongo dentro de la garganta, el cual ella se estaba comiendo al aparecer el cazador y dispararle. Como Ifá sabía que Alaaye tenía prohibido comer hongos, por eso le ordenó entregarle toda la caza del día a los Awoses, a los que no les estaban prohibidos los hongos.
Entonces el Awó preparó hojas de planta, las comprimió y le dio a Alaaye para que bebiera su jugo y él vomitó los mejillones de ñame triturado que se le habían atascado en la garganta.
Tan pronto como se sanó, sentenció a la ofensora esposa a ejecución sumaria. Entonces el ejecutor real, comprendiendo que Alaaye había tomado la decisión en un estado de ira, le imploró en tres ocasiones que moderara la justicia basado en la misericordia.
Él se negó, argumentando que su esposa sabía que él era capaz de matar una vaca para comer, y aún así ella quería acabar con la vida de él, disponiendo de la carne de una cabra de monte. En ese momento, el ejecutor presentó a la esposa del Obá para hacer la proclamación confirmatoria.
Cuando él estaba casi al pronunciar la condena final, la esposa se agarró a sus pies y se arrodilló para recordarle que fue una mujer la que buscó el agua que había llenado los 16 potes recientemente. En cuanto ella dijo eso, él la abrazó y pronunció el perdón.
Después del festín, la prosperidad regresó a Alaaye.
En adivinación, debe decírsele a la persona que sufre por causa de su pobreza, pero que él debe hacer un esfuerzo para tomar dinero prestado para hacer un festín para los miembros de su familia. Debe abstenerse por un tiempo en comer carne de cabra, pero nunca debe comer hongos.

7- Se adivinó para OGBE cuando iba a seducir a la mujer de OFUN.
Él adivinó Ifá para Ogbe. Ogbe quería seducir a la mujer de Ofun. Él estaba seguro del éxito. Una gallina, una jutía, un pescado y dinero. Él oyó el aviso y realizó el sacrificio.

8- Se adivinó para La Muerte cuando quería casarse con la Enfermedad.
Oliwowoji, Oliwowojiwo. Ellos adivinaron Ifá para la Muerte. Ellos adivinaron Ifá para la Enfermedad. Ambos querían casarse con Lasunwontan, la hija de Orisha. Orisha dijo que ella daría a su hija a cualquier hombre joven que pudiera producir 201 cabezas frescas (Orí). Ikú fue al campo y buscó 201 personas, las cuales fueron inmediatamente asesinadas. Sus cabezas se recogieron y ataron juntas y él las cargó. Cuando él iba camino de la casa de Orisha, oyó a alguien cantando la siguiente canción:
“Si yo veo a la Muerte lucharé con ella. Oliwowoji, Oliwowojiwo
Si yo veo la Enfermedad lucharé con ella. Oliwowoji Oliwowojiwo.”
Cuando Ikú oyó esto, puso las 201 cabezas en el suelo y echó a correr, temeroso de que alguien fuera lo suficientemente corajudo como para tratar a sí a él y a Arun (la enfermedad). Él no sabía que detrás de estos actos estaba Arun, que había ido a ver un Babalawo para que lo ayudara porque quería hacer a Lasunwontan, la hija de Orisha, su esposa. El Babalawo le dijo que debía buscar doscientas conchas de babosas y él las buscó. El Babalawo ató todas las conchas unidas y las puso alrededor del cuello de Arun y le enseñó la canción que debía cantar. Cuando Ikú lanzó las 201 cabezas y se fue, Arun las recogió y se fue a casa de Orisha. Ella, a cambio de las cabezas, le entregó a su hija en matrimonio. Por esta razón tenemos el proverbio que dice: La muerte se sacrificó por el éxito de la enfermedad.
Esta historia nos demuestra que cualquier instrumento que campanee, alejará a la muerte y a cualquier otro espíritu malévolo.
Esta es la razón por la cual cualquier médico tradicional usualmente ponga instrumentos de esta
naturaleza a los abikús (nacido para morir) o a otros niños enfermos.

9- EL LIBRO DE LA MUERTE

Amaiyegun el Oba Ikú de Ibosun Okunile, tenía los grandes secretos de los seres en la vida y en la muerte, escritos en un libro que había pertenecido a Reyes lejanos y se llamaba el Libro de los Muertos.
En ese libro se podía saber la manera de llamar a los espíritus de los Odun, de todos los muertos y los poderes para llamar a los Egun a trabajar, tanto para el bien como para el mal, además como revivir a todos los difuntos.
Ogún y Shangó, conociendo que todo esto estaba en el libro de Ikú, llevaban tiempo detrás de este libro, pero Ikú Amaiyegun dormía con este libro debajo de la almohada. Ellos se unieron a un niñito de meses que era un prodigio, pues no teniendo los tres meses hablaba como los hombres y pensaba como tal, lo que le faltaba era caminar. Este era hijo de Oduduwa, él le indicaba todo lo que tenía que hacer para obtener el libro. Ellos fueron a casa de Òrúnmìlà quien les vio este ifá, diciéndole que ellos querían ganarle a Ikú, pero que si no hacían ebó tendrían que pactar con ella, que ellos eran protegidos por Oduduwa, pero que tenían que hacer ebó.
Entonces respondieron que para vencer a Ikú se bastaban ellos y el omo kekere Oduduwa.
Entonces tenían cercado a Amaiyegun en su casa y éste le dijo, esta bien, les enseñaré el libro de los muertos, pero ustedes me enseñan quien los ha guiado tan magistralmente. Ellos le entregaron al niño e Ikú le entregó el Libro (eran dos tomos pero Ikú les entregó uno solo). Ellos bebieron con avidez la sabiduría pero al ver que no terminaba ahí, le dijeron a Ikú: Devuélvenos al niño, que nos has engañado, pues eran dos libros y solo os diste uno, Amaiyegun dijo: El niño no se los doy, pues él será mi representante entre los Ebora Orishas, pues “El que nunca ha puesto sus pies en el suelo” será el Agboran Ikú, además ya ustedes tienen la sabiduría que querían. El segundo tomo lo
tiene Òrúnmìlà.
Así ellos por no hacer el ebó ifá, se quedaron sin saber dominar a los espíritus de las altas esferas celestiales.

10.- LA MUJER CURIOSA
Había una mujer que se metía en todo lo que veía y lo que no le importaba, siempre estaba pendiente de la vida ajena, Ogbe fun dijo: Tu verás como yo hago que se vaya, preparó una comparsa de esqueletos. Cuando pasó por la puerta de la casa la comparsa de los muertos, ahí estaba la mujer curiosa y chismosa, no queriendo perder detalles, Ogbe Fun preparó una caja y le echo cabezas de muertos, pedazos de quijada de ratones, lagartijas y juguitos, entregándole la cajita a la mujer y le dijo: Guárdame la cajita esta y no la abra, hasta que no vire la comparsa otra vez.
Cuando Ogbe Fun se fue ella enseguida abrió la cajita, saliendo cabezas de Egun, las quijadas de los Ratones y los demás animales y producto de esto se fue volviendo loca.
Nota: Esta persona anda con prenda judía, huesos de muertos que la perjudican.

11.- LA GUERRA DE ABITA Y ORUNMILA (Nace la Pomarrosa)
Abita desde hace tiempo quería medirse con Òrúnmìlà, pues éste cada vez que Abita perjudicaba a alguien con sus trabajos, Òrúnmìlà lo salvaba. Entonces Abita preparó a todos sus adeptos, los Ashumulei (hechiceros) para derrotar a Òrúnmìlà, preparó un trabajo y citó a Orunmila para pelear Òrúnmìlà se hizo osode y se vio este ifá, preparó el ebó para la lucha y llamando a su ayudante Ogún se hizo ashinima y mandó a Ogún al monte a buscar ewe Yilobo que era la única que derrotaba a Abita.
Òrúnmìlà le dijo a Ogún: Déjame pelear a mi solo, mi última arma la emplearé si Abita juega sucio en la lucha. El día de la lucha llegó (fue un viernes que es día de perturbación), empezaron por hacer proezas, pero Abita tenía un Iyeka, un polvo maléfico, y en un descuido de Òrúnmìlà se lo sopló y este cayó fulminado.
Todos los secuaces de Abita cantaron y bailaron, pues Òrúnmìlà estaba Ikú, lo metieron en su casa y se reunieron el sábado para acordar:
1.-Hacer todo lo posible porque Ela no reviviera.
2.-Si Ela volvía en sí, que no le dejaran levantarse.
3.-Si Ela se levantaba, no lo dejaran llegar a su tablero, para que no pudiera llamar a los Imolé del cielo.
Abita y todo los Ashumulei estaban de guardia y llamaban a todo el mundo par que vieran a Òrúnmìlà que estaba otokú. Òrúnmìlà no estaba muerto, pues el ashinima que había hecho lo había evitado y el Iyefá solo lo había adormecido y el domingo, cuando menos lo esperaban, Òrúnmìlà recobró el conocimiento agarrando el gajo de Pomarrosa ewe Yilobo que tenía al lado, empezó a cantar.
Òrúnmìlà es como la Pomarrosa, árbol duro que el fuego de brujería ataca, paro no puede con el, la brujería se va de la casa del Awó.
Y según cantaba golpeaba a los Ashumulei, destruyéndolos a todos.
Abita al ver esto, no le quedó más remedio de que Òrúnmìlà no podía y que era Apataki Imalé Alakaiyé,(El más principal de los Orishas).

12.- LA DIFICULTAD EN EL MATRIMONIO
Había una muchacha que tenía dificultad de no encontrar relaciones y cuando se reunían se decían unas a otras cual será la mala suerte de ellas, pues no encontraban novios, y ya les iban pasando el tiempo para el matrimonio. Ellas iban a fiestas y a reuniones, pero nunca encontraban novios. La hija de Olofin se encontraba entre ellas y en las mismas condiciones.
Un día Olofin organizó una fiesta e invitó a todas las muchachas y ellas antes de ir a la fiesta fueron a casa de Òrúnmìlà, quien le hizo osode viéndole este ifá diciéndole que tenían dificultad para encontrar novios para casarse, y para resolver este problema tenían que hacer ebó. Todas fueron a la fiesta que daba Olofin, después de haber hecho ebó. Òrúnmìlà les dijo que todas se iban a casar
Eran seis jóvenes invitados, todas encontraron sus respectivos pero no le sucedió así a la hija de Olofin, entonces viendo esto, que las demás se habían casado y que su hija se había quedado
solterona quiso saber la causa y el porqué. Fue a casa de Òrúnmìlà y este le dijo que su hija no se había casado y las demás sí, entonces Olofin le dio la mano de su hija y se casó Òrúnmìlà.

13.- KUBITO Y LA TROMPETA DE MARFIL
Kubito, que era el que tocaba la trompeta de marfil a Olofin, para despertar a todos los hijos de Olofin en Aiye, no tenía mujer, y deseaba saber, que tenía que hacer para casarse, se fue a ver a Òrúnmìlà, este le hizo osode y le marcó ebó que él hizo.
Varios días después, Olofin llamó a Kubito y le dijo: Por tu labor te voy a premiar dándote una mujer y le dio una hermosa y bella doncella, donde los hijos de Olofin deseaban esa doncella de rotundos senos y cuerpo formidable.
Cada mañana al canto del gallo, Kubito llamaba con su trompeta al trabajo de los Orisha. Todos los rivales amorosos de Kubito, pensaron como vengarse de él, y le robaron su trompeta que estaba hecha de un colmillo de Ayanaku.
Al día siguiente al verse sin su trompeta, Kubito corrió a casa de Òrúnmìlà, quien le marcó el segundo ebó de su signo, y llevarlo al monte y enterrarlo, al abrir el kutun par poner el ebó, se encontró su trompeta que allí estaba, sus araye se la habían enterrado al primer canto del gallo, Kubito tocó la trompeta.
Los enemigos se volvieron a robar la trompeta por segunda vez, él fue a casa de Òrúnmìlà, quien le marcó el tercer ebó de su signo, y enterrarlo delante del secreto de Elegba y ahí se encontró su trompeta, triunfando sobre sus enemigos, pero ellos no cejaban en su empeño y le volvieron a robar la trompeta.
Entonces Òrúnmìlà invocó a todos los espíritu de odó y éste se salió de su cause, trayendo en sus aguas Tuyako de Kubito, pues allí los enemigos la habían echado, muriendo muchos enemigos en la inundación, y los que no murieron decidieron hacer las paces con Kubito, y éste gracias a Òrúnmìlà vivió tranquilo con su mujer.

14.- EL PORQUE LOS AWOSES NO TIRAN CARACOL
Òrúnmìlà tenía un ahijado predilecto llamado Omolú, que era el Rey de la tierra Adifá, pues lo había dejado allí como Rey porque aquella era la tierra de Ifá, cuando él le ganó por sentencia de Olofin al adivinar lo de la mujer en estado.
Omolú(los signos de ifá, también conocidos en África como Odun) tenía un hijo mayor llamado Adelé(el caracol) este era el heredero de Omolú y éste le había encargado la misión de ser el intermediario de todos los Oshas ante él, por encontrarse muy ocupado en las tareas de ifá y por consiguiente todos los Oshas con los guerreros y sus ejércitos estaban bajo su mando y dependían de él, a lo que viéndose Adelé con tanto poder el orgullo lo segó y se creyó mayor que su padre Omolú y comenzó a conspirar en su contra, preparando un ejercito secreto para derrotarlo.
Resultó que estando Òrúnmìlà en la consagración de Ifá, le salió el Odun Ogbe Fun Leni, donde Ifá le decía que un ahijado lejano a la familia, lo quería esclavizar, al terminar preguntó cuál de sus ahijados era, y salió hablando con lerí de Omolú, con lerí araye, por lo que Òrúnmìlà partió rápido, para la tierra de Adifa y cuando llegó la revolución estaba andando y los ejércitos de Adelé preparados para arrasar el palacio de Omolú. Como Òrúnmìlà era el padrino de Omolú y también el padrino de bogbo Osha les habló y les dijo: Que por ser Omolú el ahijado mayor todos ellos tenían que respetarlo y quererlo, y todos aclamaron a Omolú como Rey supremo de toda la tierra Adifá.
Entonces Òrúnmìlà llama a Adelé y le dijo, como Olofin sentenció tu cargo, tu continuarás siendo el encargado d expresar el deseo de los Oshas pero con los Aberikalas, no con Omolú para evitar tragedias futuras te destierro para siempre del reino de tu padre Omolú, al cual nunca más entrarás y ningunos de tus hermanos volverán a llamar para nada y el que así lo haga faltará a este juramento y a esta sentencia y desde ahora en adelante así será. Ashe Too, Ashe Bo, Ashe Bima, To Iban Eshu.
Adelé tuvo que salir de la tierra Adifá para su nuevo reino junto al río Oshe.
Nota:
Aquí fue donde se separaron Omolú y Adelé que aunque parientes tienen distintos nombres en el Oráculo y por esto el Oluwo no debe nunca de tirar el caracol, para no faltarle a la sentencia de Òrúnmìlà y al juramento de Omolú.
Aquí fue donde botaron a Azowanu de la tierra Yoruba, y se dividieron los Santos en Oshas y Orishas de Deidad o sea en unas que hablan por el Dilogún y otros por Omolú Ifá.

15.- CUANDO LOS SANTOS ESTABAN SEPARADOS

Cuando los Santos estaban separados, cada uno vivía en su territorio, se conocía un rey y una reina, esa era una época en que la muerte traficaba de noche y se vestía de negro, confundiéndose en la oscuridad, se llevaba al que ella quería, los únicos territorios en que no traficaba era los de Egun y Oshún.
Tanto llamó la atención a los demás santos que un día se reunieron y tomaron una decisión de ir a casa de un sabio que vivía en ará Ifé, al llegar Allí, vieron que el sabio usaba para adivinar unas semillas negras picadas en dos partes, enganchadas de una cadena que ellos desconocían, también el sabio usaba un collar de semillas verdes y otro de semillas amarillas, pero ellos desconocían para que el sabio las usaba, pero sabían que eran parecidas a las identidades de Oshún y Ogún y
que la muerte para agarrar a sus víctimas.
Ningunos de los representantes de esos pueblos se atrevían a denunciar esas pruebas, por temor al sabio ya que era enemigo de la muerte y del territorio Ará Ifá Osha, pero en eso llegó Obatalá y se dio a conocer y dijo, yo no creo que he llegado tarde, soy la representación de Olofin y conforme cobro todo lo bueno, descubro todo lo malo, ustedes no se atreven a decir todo lo que sienten, por temor de que el sabio sea amigo de la muerte y en especial de Oshún y Ogún, pero esto tenía que suceder así.
Obatalá miró para el cielo y dijo, tengo 16 rayos de sol en mi poder, que Olofin me entregó para que yo buscara la unificación de todos ustedes en la tierra, miren el resultado que obtuvieron en tanto tiempo, por no tener comprensión y creerse unos con más poder que el otro, en esta casa que estamos ahora, es la casa sagrada de Ifá, este es el lugar que ustedes no querían reconocer, porque el sabio que ahora están viendo no tiene nombre de reyes como ustedes.
Este sabio que ustedes ven es el porta voz directo de Olofin, para predicar los mandatos y poderes de él, este viejo sabio se llama Awó Òrúnmìlà en vez de sabio es el único que tiene el control y descontrol de la muerte en la tierra.
Òrúnmìlà saluda de nuevo a Obatalá y enseguida registro y salió este Odun e inmediatamente mando unificar las semillas verdes con las amarillas poner una bandera blanca en la casa y explicó: El verde en mi identificación, el amarillo de Oshún, que representa la mitad del mundo, del Oro, la sangre y la vida, las semillas negra con la cadena es Ogún que es la mitad del mandato de Olofin, es el dios de la muerte, es por eso que la muerte no mata a nadie en Ará Ifá Osha.
Y ustedes buscaron lo que Olofin quería, que se reconociera por hoy mañana y siempre, les puso su Idefá y les dijo: Las puertas estarán siempre abiertas para todos los hijos de Olofin.

16.- EL PACTO DE LA MUERTE CON ORUNMILA
Dice Ifá que cuando Òrúnmìlà salió a buscar a la muerte, después de mucho caminar se encontró una casita, llegó hasta ella y se encontró un hombre en el suelo que estaba muerto y Òrúnmìlà le preguntó a la familia que le había pasado a ellos, le dijeron que la muerte había estado allí y lo había matado, Òrúnmìlà le preguntó donde vivía la muerte, y estos le indicaron el camino, entonces Òrúnmìlà cogió una caja y le dijo, déjala aquí hasta que regrese, y se fue. Cuando llegó a la casa de la muerte esta se puso muy contenta, pues tenía cuatro personas sin haber salido a buscarla.
Òrúnmìlà le dijo que iba pasar la noche allí con los otros acompañantes, entrando todos en la casa menos Shangó que durmió en el gallinero. La muerte salió de la casa donde aprovechó e hizo tres almohadones con formas de cuerpos y después se metieron todos debajo de la cama a dormir y cuando llegó la muerte le dio un guadaño a las almohadas y se acostó.
Por la mañana Òrúnmìlà, Elegba y Ogún se levantaron primero que la muerte y cuando esta se levantó les preguntó que como habían pasado la noche, y ellos les dijeron que bien, que lo único que habían percibido era un golpecito mientras dormían pero que no había sido nada, y así lo hicieron durante dos noches seguidas y a la tercera noche Òrúnmìlà le dijo a Ogún que subiera al tejado que quedaba arriba de la puerta con la cadena, a Elegba le dijo que consiguiera un saco y a Shangó que regara harina con quimbombó en la puerta.
Cuando la muerte llegó resbaló y se cayó, Ogún se tiró y la amarró con la cadena y Elegba la metió dentro del saco.
Salieron para el pueblo con la muerte prisionera y al llegar a la casa donde estaba el hombre muerto, ya la familia lo había enterrado y por eso mientras el mundo sea mundo, la gente tiene que morirse. Òrúnmìlà siguió para casa de Obatalá, cuando llegó al pueblo, la cadena iba sonando y haciendo ruido y Obatalá preguntó, que es eso que hace tanto ruido y le contestaron que era Òrúnmìlà que traía la muerte prisionera. Entonces Obatalá le dijo a Òrúnmìlà que hiciera lo que quisiera con ella, pero Òrúnmìlà no la soltó y le dijo, tu nada más que sabes matar gente y no respetas a mis hijos y la muerte le contestó, yo no conozco a tus hijos, a lo que Òrúnmìlà respondió, para llevarte a un hijo mío tienes que contar conmigo, para que yo te ordene,, además mis hijos estarán identificados con Idefá Òrúnmìlà.
En la realidad es así, pues de esta forma, la muerte pactó con Òrúnmìlà

17.- EL BANQUETE DEL REY IRE
El Rey Iré dio un banquete con la princesa Tiyá y para ello, invitó a todos los Iré y a los Osobo, menos a Eyó, pues pensó que podía traerle problemas en la fiesta.
Este disgustó a Eyó y cogió una Manzana y le puso una inscripción que decía(Para La Más Hermosa) y la arrojó en la mesa, acogiéndola Oba Shegun enseguida se entabló una reyerta entre tres diosas que estaban presentes, ya que cada una se consideraba la más hermosa reclamaba la manzana, entonces una diosa le prometió a cambio hacerle un gran guerrero, y la otra le prometió darle la mujer más linda de la tierra y la otra hacerle un gran sabio.
Oba Shegun aceptó la promesa de tener la mujer más linda de la tierra y entonces le dio a esta la manzana. Por este motivo las otras dos le empezaron a odiar profundamente maldiciéndole y haciendo profecías. La otra cumplió su palabra, fueron al pueblo contiguo donde vivía una mujer muy linda que era la esposa de Ayé y la secuestraron, Eyó fue y se lo contó todo a Ayé y este encolerizado por la ofensa al honor de su nombre, reunió sus soldados y nombró Capitán a Eyó y le declaró una gran guerra a Oba Shegun por haberla robado su esposa. Eyó invadió el pueblo y Obatalá tubo que intervenir para restaurar la paz, castigando a Eyó por haber ocasionado la guerra, devolviendo su esposa a Ayé y así pudo reparar el daño causado por Eyó
Nota:
Este Ifá viéndose con Osobo Eyó es muy peligroso para la persona que se está mirando, pero más aún para el Awó, pues le puede traer guerra dentro de su casa con su esposa y con los ahijados y los familiares. Pues estamos delante de una Manzana muy linda por fuera pero podrida por dentro.

18.- EL SECRETO DE LA VIDA ETERNA

Había un hombre que toda su obsesión era encontrar el secreto de la vida eterna o sea el no morir nunca, a tal extremo que se convirtió en buscador del secreto de la inmortalidad, un día después de mucho caminar se sentó al pie de un árbol y se quedó dormido, teniendo un sueño en el cual se veía dentro del mar y que una mujer le decía, tu buscas el secreto de la vida eterna, entonces la mujer le dijo , mira cuando te vayas, coge d las matas que están a la derecha del camino una de ellas, llévate las raíces y en su lugar déjame las hojas.
Al llegar a ese punto el hombre se despertó muy asustado pero después de un rato reflexionó y se encaminó al mar, pero al llegar a la orilla se puso a meditar sobre el sueño que había tenido decidiéndose a entrar en el mar, ya dentro se encontró con una mujer idéntica a la del sueño, que le preguntó que era lo que hacía dentro de su reinado, contestándole él que buscaba el secreto de la vida eterna, y que al mismo tiempo había tenido un sueño con ella y que esa era la causa de que se encontraba en su reino.
La mujer le dijo de igual forma que en su sueño, que él cogiera las matas que estaban sembradas en el camino a la derecha, que se llevara las raíces y que las hojas se las dejara en el lugar de éstas, pero que tuviera mucho cuidado no se las fueran a robar, que guardara el secreto como a su vida misma, que no le dijera a nadie lo que había hecho para que no perdiera su virtud.
Cuando el hombre salió del mar, iba contento porque había encontrado lo que quería, que era el secreto de la vida eterna. Para llegar a su casa había que recorrer un largo camino, pero encontrándose muy cansado se recostó en un árbol y se quedó dormido entonces vino Eyó (el maja) y se comió las raíces que el hombre guardaba en sus manos, al despertarse vio que el Majá
estaba comiéndose las raíces que la mujer le había dado y que era el antídoto par no morirse, maldiciendo al Majá y maldiciéndose él mismo.

Ya sin mucho más que decir, solo nos resta desearles sinceramente un año prospero, lleno de alegrías y sobre todo de salud.
Mucho Ashé y Bogbo Iré.
Iboru Iboya Ibocheche

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